miércoles, 31 de octubre de 2007

La redención

A veces suceden cosas que te lleva tiempo asumir, madurar, masticar o escupir para poder seguir con tu vida.
Cuando eso ocurre puede pasar que te encierres en ti mismo como en un cuartito oscuro dónde haces terapia intensa. Al hacer eso te olvidas de los demás o simplemente les restas importancia o atención sin darte cuenta que ellos también han sido víctimas del atentado pero han decidido no encerrarse a llorar..
Me he dado cuenta que he dejado de lado a los que amo y me aman para regodearme en el dolor que creí solo mio, y eso me apena, por que he dañado aún más a los ya heridos.
He dejado que la culpa y el dolor me alejaran de mi marido, de su aflicción y benditos cuidados hacia mi. Le he usado como peón para repartir la mala noticia a nuestra familia y amigos. Cómo escudo ante las llamadas de atención y preocupación que he recibido y no atendido. Como muro contra el que he golpeado y chillado aún que no literalmente..
Lo siento, lo siento, lo siento.. lo diría mil veces si hiciera falta. No puedo deshacer lo hecho, no puedo borrar estos momentos.. pero si puedo decirte que te quiero, que lo eres todo en mi vida y se que yo lo soy todo en la tuya.

1 comentario:

Anna dijo...

A cops la vida et colpeja a traïció, amb una duresa que et fa dubtar de tot i et deixes portar per el dolor i deixes que siguin els altres els que parin el cop i tal com dius et “recrees” en el teu propi dolor. No et recriminis aquesta reacció, es senzillament humana i això si, tal com ja te’n has adonat, dona gràcies a ser un ser privilegiat que compta amb algú que t’estima lo suficient com per parar els cops per tu.

De la mateixa manera, la vida (gràcies a Déu) ens dona sempre una altre oportunitat, així que no perdis l’esperança i gaudeix del que tens.

T’estimo,
Anna