Y de golpe en medio de tanto barullo me descubrí en un verde prado donde las diosas del placer se relajaban bebiendo tumbadas en el suave y blando manto de hierba... Gozando de tan extraño espectáculo el sueño da otro giro y de golpe la dulce hierba se torna golosa y empieza a engullir los cuerpos que yacen en ella... Dándome cuenta que no es el paraíso, es una pesadilla en el que la varita del mal dirige los títeres a su antojo, será que se aburre y necesita un poco de teatro... Acepto el reto del nuevo juego y me dejo llevar por el hambre desmesurada de la tierra que me engulle con ferocidad reclamando todo aquello que hasta ahora le hemos arrebatado...
viernes, 30 de mayo de 2008
El sueño del gigante
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