jueves, 6 de septiembre de 2007

Selva

En medio de la inmensidad de la frondosa selva con su infinita variedad de verdes y saltos de agua te das cuenta de cuan voluble e insignificante eres..
La grandeza te empequeñece o engrandece? difícil respuesta... creo que hay un poco de las dos. Por un lado tu vida, tu mundo, se encoge hasta la absurdidad, pues la materia es efímera. Pero el ser, tu ser, se magnifica hasta la máxima plenitud. Te rebosa vida hasta el mareo. La compleja simplicidad del entorno que te abraza, junto la absoluta certeza que nada, absolutamente nada de lo que posees o eres importa, excepto el vivir y el momento.
No estoy segura de hasta que punto y en que lugar esto es factible o tangible... Hace ya tiempo, cuando estuve viviendo en medio de la selva amazónica, en un lugar que pretende ser una escasa recreación de la vida civilizada, pues allí todo se mezcla de una forma incoherente, me topé de narices con que nada importa excepto tú y la capacidad de adaptarse y aceptar el entorno. En un momento dado descubres que todo lo que necesitas en esta vida el mundo te lo da. Agua en forma de ducha, baño, o río helado cuando necesitas un baño. Comida rápida, precocinada, de alta cocina o una simple fruta cogida directamente del árbol para calmar el hambre. El abrigo de una blanda y cálida cama o una hamaca colgada de ramas para descansar, dormir, soñar...
Si tienes mucho necesitas mucho? y si no te tienes más que a ti mismo que necesitas ? pensándolo bien, creo que en los dos casos lo único que importa es que te sientas pleno y satisfecho.. pero que difícil resulta eso, eh? al menos a mí me lo parece... y eso hace que sea tan maravilloso el día a día y la lucha pera llegar a esa sensación de plenitud y satisfacción a pesar de lo mejor y lo peor que pueda pasar.. cada acción tiene una reacción precisa y concreta..

Sea como sea cada día aprendo más sobre mí y de como superar momentos preconcebidos por un manipulador Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) que hasta hace relativamente poco me llevo por una tormentosa espiral de caos y confusión emocional y existencial lleno de lágrimas, penas, tormentos, anorexia, ingresos hospitalarios, dos intentos de suicidio, subidas, bajadas... una verdadera montaña rusa que nunca parecía tener fin. Pero a pesar de los pesares aquí estoy. He aprendido y sigo aprendiendo, a sobrellevar la complejidad de mi ser hasta alcanzar una relativa normalidad.

2 comentarios:

nataliaross dijo...

Que bonito!

Afra dijo...

Gracias. Me gusta que te guste, como a mi me gusta tu blog.